Sabemos que realizar actividad física es esencial para que nuestro organismo funcione en las condiciones más óptimas de salud. La ciencia médica y la devolución que pueden hacernos quienes entrenan con continuidad, nos lo demuestran.
Por otro lado, iniciar una actividad deportiva eleva varias veces el riesgo de muerte por razones cardiovasculares, más aún, si formamos parte de algún grupo de riesgo. Es dura y difícil esta afirmación, pero es una realidad, y para seguir siendo parte positiva de las estadísticas, sería bueno seguir leyendo este artículo y no entrar en pánico.
Como decíamos, si bien la práctica de actividad física o deportiva genera muchísimos beneficios para nuestra salud, trae también aparejados algunos riesgos cuando no se toman los recaudos correspondientes antes y durante la práctica de nuestros entrenamientos; o cuando los mismos, no son los adecuados para nuestra condición.
Cuando tomamos la decisión de iniciar un programa de actividad física, es bueno que lo hagamos correctamente para que los beneficios d}sean mayores con el menor de los riesgos. Lo primero es la consulta con un profesional médico quien si tenemos menos de 35 años, nos recomendará como mínimo realizar un Electrocardiograma, a la vez que confeccionará una Historia Clínica adecuada. Si estamos por encima de 35 años, sería bueno que nuestro médico agregue a los estudios anteriores una Ergometría (siempre aclarar el grado de entrenamiento que tenemos, este año se espera que se publique el nuevo protocolo para deportistas).Como siempre decimos y recomendamos, y luego de tener la aprobación médica, es bueno consultar con un Profesor de Educación Física especializado u orientado en el entrenamiento, para que nos sirva de guía por lo menos en estos primeros pasos, donde es muy importante manejar adecuadamente la intensidad y el volumen de entrenamiento; gran parte de la clave es regular hasta dónde forzamos al cuerpo.
Prof. Martín A. Pan
Profesor Nac.de Educación Física
Capitán Nike Running Team